PASÉ UN PAR DE DÍAS EN QUINTANAREJO - VINUESA

Pillamos a Vinuesa en fiestas, lo cual siempre es un atractivo añadido a una escapada de descanso.
Lástima que fuera el último día de fiestas.
El símbolo de las fiestas del pueblo es un pino plantado en la mitad de "la plaza", punto de encuentro de todos.
(¿será que casi todo el pueblo vive de los pinares que no hay incendios????)


El último día de fiestas, hay una subasta de los despojos de los toros que se lidian en las fiestas, (en la foto subastando lengua de toro) y a la tarde se monta "la merienda".
El asunto de la merienda es genial: te vas al campo, montas el chiringuito (algunos se lo montan como si estuvieran en el salón de su casa) y esperas a que te toque tu porción de caldereta.

Digo lo del chiringuito, porque la mesa del párroco y la corte municipal, tenían hasta sillas de madera y camarero.
Nosotros, tremendos urbanitas, llevamos cesta de mimbre y mantel a cuadros ....

Pero fue divertidísimo, era como revivir las películas de Berlanga. Sólo faltaron los pasodobles y que el señor cura amonestara a las parejas de arrime generoso.

Está claro que esta gente se lo monta muy bien !.



...y que mejor que para hacer la digestión, que un paseo al pinar para ver comer a las cabras ....


Las fiestas son mucho más intensas que este último día, así que aquí dejo parte de lo que dice wikipedia:

La pinochada Se llama pinocho a la rama del pino.

El día 16 de agosto en misa de 11 se bendicen los pinochos que son portados por las mujeres y niñas de la localidad que visten sus vestidos típicos, trajes de piñorras. A la salida de la iglesia se forman dos grupos de hombres que guardan rigurosa formación, armados de rodelas y espadas. Los hombres están divididos, atendiendo a su estado civil, en dos cofradías, la de Nuestra Señora del Pino para los casados y la de San Roque para los solteros. Las cofradías se enfrentan en una danza singular en la que van agarrados del brazo girando y golpeando con las espadas las rodelas del bando contrario. Después de tres encuentros la batalla es ganada por los casados. Seguidamente son las mujeres las que se enfrentan, casadas contra solteras con su pinocho. De este enfrentamiento también salen triunfantes las casadas. Las mujeres, todas juntas, arremeten contra todos lo hombres (hayan o no participado en el acto y sean o no del lugar) cuando golpean al hombre con el pinocho deben decir "¡De hoy en un año!" a lo que el hombre debe contestar "¡Gracias!".

La leyenda marca el origen de este acto tradicional en la victoria que los vecinos de Vinuesa obtuvieron en el enfrentamiento con otros pueblos sobre la pertenencia de un pinar comunal en el cual apreció un imagen de la virgen (la virgen del pino) en uno de los árboles, pero dicho árbol tenía la copa en territorio visontino y la base en el del pueblo vecino.

La pelea por la posesión se decidió en contra de los visontinos hasta que intervinieron las mujeres de Vinuesa armadas con pinochos que lograron la victoria para su pueblo.

El acto parece encuadrarse en los ritos nupciales de segregación en los cuales para pasar de un grupo social a otro de deben realizar diferentes pruebas o ritos unos para disgregarse de aquel al que pertenecía y otros de incorporación al grupo nuevo.



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